¿Qué es Protopía?

El Arte de Construir Futuros Alcanzables: Un futuro que es «un poco mejor hoy que ayer»


Protopía es el término que Kevin Kelly —cofundador de WIRED— acuñó para nombrar un rumbo de mejoras graduales: un futuro que avanza paso a paso, «un poco mejor hoy que ayer». No promete la perfección utópica ni se rinde ante la desesperanza distópica. En su lugar, ofrece algo más escaso y valioso: un progreso real y sostenible, con beneficios medibles… y también problemas nuevos que enfrentar.

Kelly escribió sobre este concepto por primera vez en 2011 y lo desarrolló como una alternativa práctica frente a los extremos que dominan nuestra imaginación colectiva: la utopía perfecta (inalcanzable) y la distopía pesimista (paralizante).

Para entender la protopía, necesitamos situar el concepto junto a sus contrapesos históricos.

Los Extremos del Imaginario: Utopía y Distopía

Utopía nace en 1516 con Thomas More. El juego etimológico entre ou-topos («no-lugar») y eu-topos («buen lugar») revela su naturaleza: la utopía funciona como horizonte inspirador, no como destino literal en un mapa.

Distopía surge en 1868 cuando John Stuart Mill usa «dys-topians» en el Parlamento británico como antónimo de utopía. No «lo demasiado bueno para ser practicable», sino «lo demasiado malo para ser practicable». Con el tiempo, la distopía se consolida como advertencia literaria y política necesaria.

Entre ambos extremos, Ursula K. Le Guin nos ofreció en The Dispossessed la idea de la «utopía ambigua»: ni perfección ni colapso, sino ensayo y corrección permanentes. Este concepto prefigura la protopía de Kelly.

Por Qué la Protopía Importa en la Era Post-IA

Vivimos en lo que llamo la «era post-IA»: convivimos con sistemas de inteligencia artificial que median decisiones, ritmos de trabajo y cultura. En este contexto, la protopía resulta invaluable por tres razones:

1. Co-evolución Humano-Máquina

La postura protopiana rechaza tanto el pánico distópico como la ingenuidad tecno-utópica. Propone iterar y acompañar los efectos de la IA con mejoras verificables y ajustes continuos. No es ni temor ciego ni fe ciega: es adaptación inteligente.

2. Políticas y Métricas Antes que Promesas

En lugar de grandilocuencia, la protopía pide «1% mejor cada año». Esta mentalidad de compounding (efecto compuesto) puede, en décadas, transformar realidades. Orienta inversión pública, regulación y educación hacia palancas pequeñas pero persistentes.

3. Imaginarios que Movilizan

La ciencia ficción contemporánea —Kim Stanley Robinson es un ejemplo notable— muestra rutas plausibles para evitar lo peor y organizar lo mejor. Es realismo esperanzado: soluciones graduales que combinan ciencia, política y cooperación.

Tres Futuros, Tres Funciones

La utopía: necesaria y deliberadamente inalcanzable
Cumple la función del «norte magnético»: no debe alcanzarse literalmente. Su potencia reside en traccionar la voluntad y exigirnos imaginación moral. Cuando una sociedad confunde horizonte con destino, llega la desilusión; cuando lo integra como motor simbólico, activa ciclos largos de innovación.

La protopía: metas alcanzables en vida
Convierte el anhelo utópico en propósitos generacionales: objetivos deseables y medibles que podemos avanzar en una vida y que legan escalones claros a quien sigue. Dos claves: lo deseable (que valga la pena para vivir mejor hoy) y lo alcanzable (con métricas, responsables y procesos de aprendizaje).

La distopía: advertencia útil
No es pesimismo gratuito sino un laboratorio de riesgos. Su tradición intelectual nos ayuda a identificar derivas autoritarias, tecnocráticas o extractivas, y a diseñar salvaguardas. Nos vacuna contra soluciones mágicas y nos obliga a pensar consecuencias.

Protopía y Propositivismo: La Brújula y el Paso

Aquí conecta tu filosofía del Propositivismo:

  • El Propositivismo ofrece la brújula teleológica: gobernarnos por propósito colectivo (no solo por mercado o poder), con transparencia, métricas de bienestar y responsabilidad distribuida.
  • La Protopía aporta el paso: iteración, prototipos sociales, OKRs públicos y aprendizaje continuo para no quedarnos en el manifiesto.

Protopía en Práctica: El Caso Tantuyo

¿Cómo se ve esto en la realidad? En Tantuyo/Conoce.me, la protopía se materializa así:

Arquitectura temporal: Propósitos generacionales (10–20 años) desglosados en metas trianuales y entregables trimestrales.

Indicadores protopianos:

  • Bienestar subjetivo (encuestas breves recurrentes)
  • Densidad de vínculos y cohesión en eventos (asistencia, retención, reciprocidad)
  • Movilidad de oportunidades (mentorías, empleabilidad, proyectos lanzados)
  • Equidad (accesos, representación y satisfacción por grupo)

Contabilidad de impacto: Una bitácora de participantes y actividades que respalde decisiones —por ejemplo, condonaciones parciales de renta a cambio de valor comunitario cuantificado.

Panel de riesgos: La «ventana distópica» documenta hipótesis de daño, sesgos, captura de procesos, fatiga comunitaria, y sus contramedidas verificables.

Ciclos de revisión: Publicar avances y ajustes cada 90 días para que la comunidad audite y mejore el rumbo.

Literatura e Imaginación Operativa

«La literatura por sí sola no cambia al mundo, pero sí puede inspirar a individuos y a sociedades a imaginar sus propias posibilidades de cambio.» Aunque esta frase se atribuye frecuentemente a Leonora Carrington sin fuente primaria verificable, la intuición es válida: la literatura y el arte no decretan políticas, pero multiplican posibilidades y preparan la voluntad colectiva para realizarlas.

Ese es, precisamente, el lugar de la protopía: imaginación operativa. Ni el hechizo de la utopía perfecta ni la parálisis de la distopía. Una imaginación con entrega de resultados.

De la Teoría a la Bitácora

La protopía conecta marcos conceptuales con métodos verificables:

  1. Nombrar propósitos (brújula)
  2. Diseñar iteraciones medibles (paso)
  3. Mirar los riesgos de frente (advertencias distópicas)
  4. Publicar y aprender en común (cultura cívica)

Si la utopía enciende la marcha y la distopía recuerda los abismos, la protopía es el arte de subir la montaña sin perder de vista el valle: con métricas, comunidad y propósito.

Cada 1% cuenta. Compuesto en años, cambia la forma de vivir juntos.


Glosario y Referencias Clave

Protopía: Rumbo de mejoras incrementales, con beneficios y nuevos problemas que se afrontan iterativamente (Kevin Kelly, 2011)

Utopía: Horizonte normativo que inspira dirección, no un plan cerrado (Thomas More, 1516)

Distopía: Advertencia ante derivas sociales y tecnológicas (John Stuart Mill, 1868)

Utopía ambigua: Tradición que asume tensiones y costos en mundos mejores plausibles (Ursula K. Le Guin)

Para Seguir Explorando:

  • Kevin Kelly: «Protopia» (2011) y The Inevitable (2016)
  • Thomas More: Utopia (1516)
  • Gregory Claeys: Dystopia: A Natural History (2017)
  • Ursula K. Le Guin: The Dispossessed (1974)
  • Kim Stanley Robinson y el realismo climático

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