Este ser vivo conspiró en Tantuyo.
La palabra «conspirar» proviene del latín conspirare, que significa «unirse para respirar juntos» o «estar de acuerdo». Este término se compone de «con-» (junto, con) y «spirare» (respirar). Originalmente, la idea de «respirar juntos» implicaba una unión profunda entre seres con un propósito común, a menudo para crear algo nuevo frente a lo establecido.
Esta planta no solo respiró el mismo aire de Tantuyo desde su nacimiento; fue testigo silencioso de noches de poesía, de encuentros donde personas se unían con el propósito de cantar, bailar, o simplemente coexistir en un espacio común. Un lugar donde se sintieran seguras no solo en su ser, sino en su derecho a decir lo indecible, a preguntarse lo impreguntable, y a sentir lo que el mundo virtual no permite.
Esta planta escuchó futuros. Escuchó ideas compartidas. Recibió los mismos fotones que bañaron Tantuyo y los transformó en energía que no solo embelleció un lugar, sino que ayudó a convertir esa luz en oxígeno—aire que respiramos, aire que por un momento también fue parte de todo lo que se vivió en Tantuyo.
Ahora te invitamos a comprender que esta rama sentiente, que conecta con todas sus hermanas clones, permanecerá vinculada a Tantuyo mientras viva. Las plantas que nacen de esquejes comparten más que material genético: comparten una memoria celular, una experiencia distribuida. Como si fuesen neuronas de un mismo organismo expandido, cada esqueje siente el latido del árbol madre y de sus hermanas, sin importar la distancia.
Cuando cuides esta planta, cuando la veas crecer, estarás cuidando un fragmento vivo de Tantuyo que palpita al unísono con todas las demás. Es una red neuronal verde que se extiende por la ciudad, por el mundo, llevando consigo la esencia de esas noches de conspiración creativa.
Cuídala. Mientras viva, mientras sea tu rosa como diría el Principito, estarás conectado al propósito de Tantuyo: poner atención a lo que coexiste contigo y comparte el mismo aire. Porque ahí está el presente, ahí está lo que nos conecta para siempre.
En cada hoja que brote, en cada respiración que tome, vivirá la memoria de todas las voces que se alzaron en Tantuyo, de todos los sueños compartidos bajo su sombra.
Esta planta es tu cómplice en la conspiración más hermosa: la de respirar juntos.
Nacida en:
Tantuyo Centro Cultural
Guadalajara Jalisco, México.
Conspirando desde 2024

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