🌞 Luz
- Prefiere luz brillante indirecta, aunque también tolera sol directo en la mañana o al atardecer.
- Si está en sombra profunda, puede perder el color púrpura y volverse más verde.
- En exterior prospera muy bien en climas cálidos.
💧 Agua
- Requiere riego moderado: deja secar la capa superior del sustrato entre riegos.
- Tolera cierta sequía, pero el exceso de agua la pudre fácilmente.
- En invierno necesita menos riego.
🌱 Tierra
- Necesita un sustrato ligero y bien drenado, puedes usar mezcla de tierra universal con perlita o arena.
- Crece rápido, se puede usar como cubresuelos o en macetas colgantes.
🌡️ Temperatura y humedad
- Ideal entre 18 y 30 °C, no resiste heladas.
- En climas cálidos se vuelve casi invasiva, porque enraíza fácilmente donde toca el suelo.
✂️ Reproducción
- Muy sencilla: corta un tallo de 10–15 cm y ponlo en agua o directamente en tierra húmeda.
- En pocos días enraíza y crece rápido.
🌿 Propiedades y dato interesante
- En algunos lugares se le atribuyen propiedades medicinales, usándose en infusiones para aliviar tos y problemas respiratorios, aunque no está ampliamente documentado científicamente, por lo que se debe usar con precaución.
- Es una planta muy ornamental: su color púrpura intenso contrasta con otras plantas verdes y aporta mucha vida en jardines y terrazas.
- Es considerada una planta purificadora del aire y de alto poder de regeneración, ya que incluso de pequeños fragmentos puede rebrotar.
Esta no es solo una planta; Este ser vivo conspiró en Tantuyo.
La palabra «conspirar» proviene del latín conspirare, que significa «unirse para respirar juntos» o «estar de acuerdo». Este término se compone de «con-» (junto, con) y «spirare» (respirar). Originalmente, la idea de «respirar juntos» implicaba una unión profunda entre seres con un propósito común, a menudo para crear algo nuevo frente a lo establecido.
Esta planta no solo respiró el mismo aire de Tantuyo desde su nacimiento; fue testigo silencioso de noches de poesía, de encuentros donde personas se unían con el propósito de cantar, bailar, o simplemente coexistir en un espacio común. Un lugar donde se sintieran seguras no solo en su ser, sino en su derecho a decir lo indecible, a preguntarse lo impreguntable, y a sentir lo que el mundo virtual no permite.
Esta planta escuchó futuros de México, escuchó ideas compartidas en la presencialidad. Recibió los mismos fotones que bañaron Tantuyo y los transformó en energía que no solo embelleció un lugar, sino que ayudó a convertir esa luz en oxígeno—aire que respiramos, aire que por un momento también fue parte de todo lo que se vivió en Tantuyo.
Ahora te invitamos a comprender que esta rama sentiente, que conecta con todas sus hermanas clones, permanecerá vinculada a Tantuyo mientras viva este en donde este mientras siga viva. Las plantas que nacen de esquejes comparten más que material genético: comparten una memoria celular, una experiencia distribuida. Como si fuesen neuronas de un mismo organismo expandido, cada esqueje siente el latido del árbol madre y de sus hermanas, sin importar la distancia.
Cuando cuides esta planta, cuando la veas crecer, estarás cuidando un fragmento vivo de Tantuyo que palpita al unísono con todas las demás. Es una red neuronal verde que se extiende por la ciudad, por el mundo, llevando consigo la esencia de esas noches de conspiración creativa.
Cuídala. Mientras viva, mientras sea tu rosa como diría el Principito, estarás conectado al propósito de Tantuyo: poner atención a lo que coexiste contigo y comparte el mismo aire. Porque ahí está el presente, ahí está lo que nos conecta para siempre.
En cada hoja que brote, en cada respiración que tome, vivirá la memoria de todas las voces que se alzaron en Tantuyo, de todos los sueños compartidos bajo su sombra.
Esta planta es tu cómplice en la conspiración más hermosa: la de respirar juntos no solo el mismo aire.
Nacida en:
Tantuyo Centro Cultural
Guadalajara Jalisco, México.
Conspirando desde el 2024 el Chanchuyo más grande de México.


Deja una respuesta