La historia de Tantuyo: un experimento cultural con propósito

Por Oscar Memo Acosta Rizo

Todo comenzó en julio de 2022. En medio de una profunda crisis de identidad y cuestionamientos existenciales, me encontraba ejerciendo como profesor de Modelos de Negocio. Acompañado por dos terapeutas que marcaron mi vida, Armando Valle Valadez y Nancy Beltrán, inicié un proceso intenso de introspección. El contexto global también estaba cambiando: la inteligencia artificial comenzaba a hacerse presente en nuestras conversaciones, y documentales como The Social Dilemma revelaban cómo los algoritmos y modelos de negocio estaban moldeando nuestras vidas con fines poco transparentes y, muchas veces, deshumanizantes.

Los gigantes que nos moldean

Fue entonces cuando la semilla de Tantuyo comenzó a germinar. Al analizar en clase casos como Tinder o Bumble, entendí que muchos modelos digitales estaban diseñados para impedir las verdaderas conexiones humanas. Estos casos nos llevaron a reflexiones más profundas sobre cómo los gigantes tecnológicos priorizan sus ganancias sobre el bienestar social.

Google, por ejemplo, siendo una empresa ejemplar en muchos aspectos, no permite conocer los verdaderos top 20 restaurantes de Guadalajara porque afectaría su modelo publicitario. Los datos que podrían mostrarnos lo que realmente quiere la gente, o evidenciar las deficiencias de nuestro gobierno, permanecen ocultos. Ni Spotify ni YouTube tienen páginas oficiales de las canciones más votadas o con mayor tendencia de crecimiento real. La información, uno de los recursos más valiosos de nuestra sociedad, no es transparente ni accesible para todos.

Facebook tenía el poder de unir a las personas para fines y propósitos comunes con todos los datos que poseen, pero no apostaba por esto porque pondría en riesgo sus estructuras de sostenibilidad y los dividendos de sus inversionistas millonarios.

Desde ese punto crítico surgió la necesidad de replantear las bases del modelo económico, político y relacional que enseñábamos, vivíamos y perpetuábamos.

El experimento inicial: conectar propósitos, no rostros

En clase, decidimos experimentar. Nos preguntamos: ¿y si el propósito fuera el nuevo algoritmo? ¿Y si, en lugar de conectar rostros, conectáramos pasiones, ideales y talentos? Así nació la idea inicial de lo que después sería Empareja.me, una aplicación para fomentar relaciones profundas desde la compatibilidad ética y emocional, no sólo estética.

Pero el proyecto evolucionó. Nos dimos cuenta de que antes de emparejar, había que conocerse. Desarrollamos un algoritmo que demostró en el salón de clases que podíamos no solo detectar las mejores parejas para un romance, sino crear amistades y comunidades genuinas. Así nació Conoce.me.

Gracias al apoyo del ITESO, especialmente de la Dra. Pilar López, logramos validar la idea con estudiantes: más de 25 sesiones iniciales mostraron que la herramienta tenía potencial para fomentar la conexión, aunque requería ajustes para formar equipos de trabajo. Con inteligencia artificial, diseñamos algoritmos que agrupaban a personas según sus pasiones, intereses y valores. Descubrimos que el verdadero potencial estaba en el autoconocimiento colectivo.

La evolución tecnológica: aprendiendo de errores y aciertos

El desarrollo tecnológico ha sido un desafío constante. Alejandro Gori, programador que participa pro-bono como fundador, ha llevado el peso técnico del proyecto, limitado por su tiempo y otros compromisos. Sin embargo, a finales de este año se suma Mauricio Gori, su hermano, para trabajar tiempo completo, lo que representa un cambio radical en nuestra capacidad de desarrollo.

Una de nuestras innovaciones más exitosas fue el desarrollo de un sistema de registro con QR para eventos que utiliza inteligencia artificial para clasificar pasiones y talentos en tiempo real. En lugar de requerir 15 preguntas y esperar el procesamiento del algoritmo, pudimos reducir la participación a solo 3 minutos usando dos preguntas abiertas. Esto lo aprendimos en eventos con YBL de Jalisco, donde descubrimos que después de pláticas largas, lo último que quiere la gente es contestar cuestionarios extensos.

También hemos mapeado más de 300 pasiones identificadas, desde fútbol y cocina hasta artes menos convencionales, creando lo que aspiramos sea el estudio más grande del mundo sobre las pasiones de las personas. Este módulo permite, mediante árboles de decisión, ayudar a las personas a identificar nuevas pasiones por descubrir.

Así nació Tantuyo como ecosistema

Inspirado en un verso de Alekża Alvarėz: «porque contigo quiero estar en ese lugar, tan tuyo, tan mío, tan nuestro», Tantuyo dejó de ser solo una plataforma para convertirse en un ecosistema. Un paraguas para albergar iniciativas sociales, culturales, tecnológicas y educativas con propósito.

En 2023, Tantuyo dio pasos concretos: empezamos a utilizar etiquetas con pasiones, desarrollamos dinámicas de networking basadas en IA y creamos módulos como el Violentómetro o las Virgin Cards. También aprendimos de nuestros errores. Con Trippoli, por ejemplo, que realizaba excursiones de senderismo y camping, les quedamos muy mal: no preparamos el seguimiento adecuado, hubo errores en las encuestas y aprendimos que quien atiende al cliente representa todo el proyecto. A veces es mejor usar un Google Forms que una plataforma inflexible para etapas de prueba.

Del otro lado, desarrollamos una metodología exitosa con Santo Coyote en sesiones de Tips Meet Breakfast, donde jóvenes empresarios desayunan con empresarios experimentados para compartir consejos y mentoría.

Innovación en retroalimentación y evaluación

Uno de nuestros mayores logros ha sido el desarrollo de nuestro propio Instrumento de Aprendizaje y Evaluación (IAE) apoyado en inteligencia artificial. Este sistema implementa evaluaciones 360° tanto para estudiantes como para profesores. ChatGPT sintetiza los comentarios y los transforma en retroalimentaciones personalizadas que destacan fortalezas, áreas de mejora y objetivos futuros.

Esta herramienta propositivista sienta las bases de la resiliencia, los valores hacia la mejora continua y el aprendizaje aplicado a la experiencia. Consideramos que ha sido uno de nuestros mayores logros tanto en el ámbito académico como empresarial, y lo mejor: es completamente gratuito.

También creamos un módulo de retroalimentación para equipos de trabajo que utiliza preguntas estilo NPS y preguntas abiertas. La IA sintetiza los datos de los compañeros y los presenta de manera positiva y humana, como el feedback que siempre hubiéramos soñado recibir de un profesor.

Tantuyo Centro Cultural: un laboratorio social

En paralelo, nació Tantuyo Centro Cultural. Ubicado en el corazón de Guadalajara, el espacio fue creado en la antigua fábrica de etiquetas de Ribetec, transformándose en un laboratorio social con 11 espacios diseñados para el arte, la tecnología, la comunidad y la introspección:

  1. Un foro con capacidad para 150 personas para bailar, bandas, música, networkings y obras
  2. Una terraza semi-techada para 40 personas con barra de coctelería y café
  3. Un espacio para cocina equipada social donde desarrollaremos «Open Kitchen» para fomentar la conexión a través de la comida y cultura mexicana
  4. Un salón de danza con duela, aire acondicionado, espejos, proyector y luz ambiental UV
  5. Un cuarto de juegos con billar, hockey de aire y ping pong
  6. Baños y galería de arte en terraza superior
  7. Un cuarto para podcast y clases
  8. Un laboratorio tecnológico como ludoteca de ciencia con servidores de IA, impresión 3D y herramientas de realidad virtual
  9. Un estudio de edición para video, sonido y medios audiovisuales
  10. Un café abierto al público que promueve productores locales conscientes
  11. Un roof garden privado hacia la Glorieta de Niños Héroes

Este semestre logramos instalar servidores de IA con 10 tarjetas gráficas de alto procesamiento. Este servidor no solo ayuda a generar medios audiovisuales del futuro, sino también a procesar los algoritmos necesarios y crear experiencias dentro del centro cultural.

Clases de swing, noches de poesía, proyectos tecnológicos, podcasting, ludotecas, coctelería, arte urbano y servidores de IA conviven en un solo lugar. Hemos organizado eventos como clases de IA con Propósito (50+ asistentes), networking de rescatistas, Hueco Café Sessions, eventos de baile swing con banda en vivo, y noches de películas propositivistas como V de Vendetta.

Expansión y reconocimientos

El modelo de Tantuyo no es solo cultural: es político, económico y filosófico. Funciona bajo los principios del propositivismo, una corriente que plantea que el propósito debe guiar nuestras decisiones colectivas. Con modelos como los Tuyos (tokens simbólicos de valor), estamos creando una economía colaborativa que permite a las personas aportar su tiempo, talento o recursos y recibir a cambio sentido, comunidad y posibilidades.

Hemos expandido nuestro alcance más allá del ITESO. En la Universidad de Guadalajara rompimos récords con 300+ participantes en el CUCEA, donde a pesar de que muchos estudiantes se retiraron cuando comenzamos nuestra actividad no programada, logramos conectar grupos de alumnos exitosamente. Aproximadamente 8 estudiantes se acercaron para felicitarnos, y un estudiante comentó que fue la mejor conferencia del evento.

También hemos trabajado con la Universidad UP y el Tecnológico de Monterrey, participado en eventos con JEZ (Jóvenes Empresarios de Zapopan) y YBL (Young Business Leaders) de Jalisco con muy buena aceptación.

Fuimos invitados por el CEIS (Centro de Emprendimiento e Innovación Social) de la UDG para impartir la conferencia «Emprendimiento con Propósito en la era de la IA». Muchos estudiantes comentaron que había sido una de las mejores conferencias, especialmente un profesor emérito en administración de la UDG que se acercó específicamente a felicitarnos por la cátedra.

Desafíos y aprendizajes

Hemos sido parte de eventos con el CEIS, el CUCEA, el TEC, la UP, la UDG, YBL y JEZ. Hemos generado dinámicas donde se forman amistades, tribus y proyectos. Nos enfrentamos a la dificultad de sostener un equipo sin fines de lucro, pero también a la belleza de crear algo que no es de nadie, pero sí de todos.

Uno de los aprendizajes más importantes es que los estudiantes no saben trabajar por objetivos. Cuando no doy seguimiento puntual, los avances son pocos y pareciera que prefieren trabajar de manera remota más que presencial. Por eso hemos regresado a compromisos de trabajo donde nos reunimos presencialmente, y solo quienes demuestran autogestión pueden acceder a mayor autonomía.

También aprendimos que ser considerados como un ingrediente de networking y no como organizadores de eventos tiene mayor potencial de impacto y sostenibilidad.

Vivimos en un mundo donde los videos cortos predominan y leer un libro completo sin imágenes pareciera más difícil que correr un maratón. Muchos me han propuesto hacer videos cortos del análisis, pero esto no va con el proyecto. Buscamos crear comunidades donde podemos vernos a los ojos, estar presentes en cuerpo y alma para actuar, ayudarnos y organizarnos. Apostamos por la unión presencial, no remota.

Hacia una Asociación Civil

Actualmente estoy tomando cursos para fundar una Asociación Civil que formalice el ecosistema Tantuyo. Esta estructura nos permitirá sumar más personas, crear una organización verdaderamente social en su ADN, con transparencia total y la posibilidad de evolucionar hacia el propósito. Mi corazón está puesto en crear un gran jardín donde las mariposas que ya han hecho metamorfosis tengan donde reposar de manera segura, compartir néctar y vivir un viaje migratorio conjunto.

El futuro es colectivo

Hoy, Tantuyo no solo vive en una app o en un edificio. Vive en la gente que cree que otro México es posible. En los que no se conforman con criticar, sino que construyen. En los que apuestan por la conexión real, la justicia restaurativa, el arte vivo y el conocimiento compartido.

Tantuyo es una semilla que crece en comunidad. Y lo que soñamos es que, algún día, haya un Tantuyo en cada barrio, escuela o ciudad. Un espacio donde las personas se reconecten con su propósito, con otros y con lo que verdaderamente importa.

Es poco lo que se puede actuar dando un like a un video, y es mucho lo que podemos hacer al vernos en presencia, sin filtros, dando lo más preciado que tenemos en esta vida: nuestro tiempo.

Te invitamos a formar parte. Porque la pregunta no es si el cambio es posible. La pregunta es: ¿cómo sí?

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